domingo, 18 de abril de 2010




MEDICINA AYURVEDICA
Por Hector Vargas A.

La medicina ayurvédica se basa en las tradiciones védicas. El nombre de la medicina ayurvédica (ciencia de la vida) viene del término ayos, que en sánscrito significa vida.

"El que practica la medicina más por compasión hacia todas las criaturas
que por lucro o gratificación de los sentidos los sobrepasa a todos"
Charaka Samhita, Tratado ayurvédico

Los Vedas son los textos en que se fundamenta la filosofía hindú y su origen se remonta probablemente a los años 2000 a 1500 a.n.e. El Ayurveda proviene del Atharvaveda, uno de los 4 Vedas clásicos, junto con el Rigveda, Yayurveda y el Samaveda, siendo el Atharvaveda posterior a los otros tres.

La medicina ayurvédica fue probablemente fundada por Sushruta, cirujano indio contemporáneo de Buda (siglo V a.n.e.).

La curación del ser humano y del universo
Es una ciencia de la vida en todos sus aspectos: psicológica, sociológica, patológica, higiénica. Los elementos anatómicos o fisiológicos sólo son anecdóticos, y la búsqueda fundamental se apoya en la vida, en sus estados de bienestar y de malestar, y se expresa en las relaciones del individuo con la sociedad y el universo.

Es en cierta forma análoga a las medicinas hipocrática y unani, pero va mucho más lejos; porque esta medicina parte del universo del cual el hombre no es más que un pedazo que no se puede comprender, tratar o curar sino conociendo ese "todo" en el que está inmerso.
De allí su teoría de la creación y de la destrucción de los universos, o más bien, de su manifestación y de su disolución. Describe los estadios de la materia en esos dos movimientos opuestos. Pero el hombre vive y muere como los universos, y la materia evoluciona en él como en ellos.

Visión molecular en la que el individuo está sometido a procesos anabólicos y catabólicos, de construcción y de desintegración, que condicionan los estados de salud o de enfermedad. Se conoce bien la teoría de los tres gunas, considerados por la filosofía india como sustancias interrelacionadas de la existencia universal:

Satwa, estática, se identifica con la esencia de las cosas,
Raja, dinámica, se identifica con su energía,
Tama, estática, se identifica con la masa.
Estos tres gunas están en todo lo que vive. De manera que existen seres humanos, pero también animales, vegetales, minerales, alimentos, bebidas o medicamentos sátwicos, rajásicos o tamásicos.
La teoría Dhatu hace repercutir los tres gunas en el ser humano:

Vata (vida)
Pitha (espíritu)
Kapha (materia).
Funda una teoría de los temperamentos de la cual sale la nuestra, y una terapéutica adaptada a cada una de sus cualidades.

Hay que agregar que en la visión hinduista del hombre y del universo se distingue la Naturaleza (Prakriti), donde se producen todos esos fenómenos, de la Concienca (Purusha), que está exenta de ellos.

Pero, entre la Naturaleza y la Conciencia, la distinción no es absoluta. El Ayurveda habla de "átomos" de conciencia, de forma que es posible concebir la naturaleza y el cuerpo como degradaciones de una energía única, de la cual la conciencia sería el elemento a la vez fundamental, evolutivo y terminal: En este aspecto, la medicina ayurvédica considera el yo individual y el yo universal. Su objetivo no es sólo curar a una persona de sus males físicos o psicológicos, sino también liberarla de su esclavitud respecto de la materia indicándole el camino de la salvación definitiva (Moksha).

Por otro lado, en la filosofía hindú se considera que los cuerpos existen en estados groseros (Sthula) y sutiles (Sukshma), por lo cual estas distinciones pueden ser interpretadas desde el punto de vista de la teoría celular y atómica y de las relaciones entre la materia visible a través de los cinco sentidos y lo infinitamente pequeño.

Los que practican la médicina ayurvédica consideran también lineal el lenguaje de la fisiología occidental, y multidimensional el propio. Por último, los médicos ayurvédicos, que por otra parte descubrieron hace miles de años el dimorfismo sexual y la posibilidad de la reproducción sin relaciones sexuales y consideran que existe en el cuerpo una energía fundamental (0ja-Dhatu), equivalente a la libido jungiana, ésta no es sólo psíquica.

Dicha energía está presente tanto en la sexualidad como en la sangre, los músculos, la linfa, los huesos o la médula, "quintasencia de la quintaesencia", en suma, células protoplasmáticas. Los yoguis tratan precisamente de desviar (Oja-Dhatu) de sus expresiones genitales, para encontrar una total y libre disposición. En fin de cuentas, la fuente de toda curación está en esa energía fundamental, centrada sobre el universo.

Los médicos tradicionales de la India contemporánea reconocen que su disciplina no puede competir con la cirugía occidental.

La mitología, que siempre permite evocar problemas difíciles, trae a colación que cuando Ganesh, hijo primogénito de Shiva, siendo niño, quiso impedir que su padre entrara a la casa, éste le cortó la cabeza. Ante las lágrimas maternales, el dios cortó la cabeza del primer ser vivo que encontró y la injertó en el cuerpo del niño. Este ser vivo era un elefante, y Ganesh, bajo el peso de semejante cabeza, se volvió obeso, y por la misma razón, dios del saber y la sabiduría, patrón de las letras y de las universidades.

Métodos de la medicina ayurvédica

En la práctica, la medicina ayurvédica se funda sobre el examen del pulso, las indicaciones táctiles (caliente o frío), indicaciones visuales (color de la piel), indicaciones vocales (voz excitada, fuerte, débil), materia fecal (constipación, diarrea, color), ojos (color de la conjuntiva), análisis de la orina (color, claridad, densidad), de la lengua (color, seque dad o humedad anormales, etcétera). El práctico utiliza esos exámenes en función del temperamento del enfermo y de los desórdenes celulares que indican. Según el caso, prescribe un tratamiento alopático u homeopático. Lo esencial es saber si hay o no intoxicación. En el primer caso, el paciente es sometido a dietas o purgado hasta la desaparición de los síntomas. Cuando ha desaparecido todo rastro de la intoxicación (a menos que no haya existido), la enfermedad puede tratarse directamente. Se utilizan cinco métodos para la desintoxicación:

Vamana (eméticos para el lavado de estómago);
Virochan (purgativos);
ShiroVirochan (estornutatorios);
Asthapan y
Anuvasan (lavados, algunos aún son desconocidos).
Una vez realizada la desintoxicación, el tratamiento se vuelve específico para cada enfermedad y para cada enfermo. El magnetismo, la hidroterapia y los masajes se utilizan igual que las drogas.

La India antigua conocía cuatro tipos de médicos: el Rogahara, o médico de medicina general, el Shalyahara, o cirujano, el Vishahara, para la cura de los venenos, y el Krityahara, mago dedicado a la lucha contra los demonios. Porque aún hoy, los médicos ayurvédicos creen en la existencia de enfermedades debidas al ataque de seres o factores sobrehumanos, vulnerables a métodos psíquicos o religiosos. El santo permanece así como el médico supremo.

Médicina ayurvédica, Alimentación y Remedios Ayurvédicos

La naturaleza de la alimentación tiene un lugar determinante en todo tratamiento ayurvédico, porque constituye el aporte cotidiano según el cual el cuerpo se construye y se destruye; debe adaptarse a las estaciones, al lugar y a los temperamentos. Debe ocurrir lo mismo con las drogas, más eficaces si sus propiedades psíquicas o físicas fueran transformadas. Algunos aceites medicinales fueron cocidos mil veces, y la manteca clarificada permitía un tratamiento de cien años. Los hombres sabían entonces qué era la duración. Hoy, las drogas utilizadas por la medicina ayurvédica son vegetales, animales y minerales.

Entre las drogas vegetales, utilizan las hojas, las raíces, las flores, los frutos, las gomas o la corteza del hermano, de la acacia, etc., o bien de plantas más pequeñas, hojas o raíces, o hierbas. Entre las drogas animales, están la carne, los pelos, los cascos, los excrementos o los huesos de elefante, del camello, del león, del tigre, del lobo, de los reptiles o de insectos, los excrementos, los pelos y las uñas del hombre. Las drogas minerales comprenden metales (oro, plata, zinc, cobre, hierro), metaloides (arsénico y antimonio), piedras preciosas (esmeralda, zafiro, rubí). De hecho, todo el abanico de la acción farmacéutica está abarcado por esta farmacopea.

Algunas drogas, del conocido Instituto de Medicina tropical de Calcuta, dan lugar hoy a preparaciones farmacéuticas que como nuestros medicamentos sintéticos son armas de precisión contra la enfermedad. Difieren de los nuestros, sin embargo, en que nunca son nocivos y jamás destruyen el terreno sobre el que actúan, cosa que a menudo ocurre con nuestros medicamentos químicos.

Pero esa "conquista", importante desde el punto de vista terapéutico, tendría un valor ínfimo si no nos recordasen los grandes temas metafísicos en los que se basan esas medicinas.

Estos temas nos invita a no querer "conquistar" o "dominar" a la naturaleza, sino a colaborar con ella, a adoptar sus ritmos y a hacernos amigos. Indican, en todo caso, la profundidad en que los pensamientos occidental y oriental deben aceptar confrontarse, si quieren dar nacimiento al hombre universal que cada uno siente crecer en sí.

PROPIEDADES DEL AJO PARA LA SALUD

POR HECTOR VARGAS A.



El ajo crudo tiene propiedades antisépticas, fungicidas, bactericidas y depurativas. Las excelentes cualidades diuréticas son también ampliamente conocidas y divulgadas. Por todo esto, el ajo se ha utilizado desde la antiguedad para tratar diversas afecciones. Las propiedades beneficiosas del ajo son tales que incluso se ha llegado a hablar de propiedades anticancerígenas del ajo en muchos estudios recientes.
Propiedades antibacterianas del ajo

El ajo tiene propiedades antibacterianas ya que ayuda a combatir un buen número de bacterias, virus y hongos. Esta acción antibacteriana del ajo es debida a la alicina. La alicina, además de incrementar las defensas del organismo, también es útil para preservar la inocuidad de otros alimentos o de comidas específicas.
Propiedades del ajo relativas al sistema cardiovascular

El ajo reduce el colesterol y la presión arterial ya que su contenido en compuestos sulfurados contribuye a mejorar la circulación de la sangre ya que reduce el bloqueo de las arterias. Esta propiedad del ajo reduce el riesgo de inflamaciones y todas aquellas enfermedades asociadas a un inadecuado flujo sanguíneo y a una incorrecta oxigenación de los tejidos. Debido a esto, el ajo puede ser un remedio que ayude a reparar los daños causados por la arterioesclerosis y alivia la caludicación intermitente. Por todo esto se puede considerar el ajo una planta medicinal.
Propiedades nutricionales del ajo

El ajo posee vitaminas del complejo B, así como vitamina C, vitamina A y vitamina E, en cantidades más reducidas. Debido al contenido en vitaminas del ajo, puede ayudar a suplir carencias vitamínicas y además, tiene un leve efecto antioxidante.
El ajo contiene minerales como el calcio, fósforo, potasio y magnesio, necesarios para la correcta contracción muscular y el adecuado funcionamiento del sistema nervioso, que favorecen una buena salud cardiovascular.
Algunas otras propiedades del ajo son ser bajo en calorías, rico en nutrientes y muy aromático. Por estos motivos, el ajo es una buena opción para dar sabor a las comidas. Así se puede reducir el uso de otros ingredientes no tan saludables como la sal, reduciendo de esta forma la ingesta de sodio.
Propiedades de uso externo del ajo

El ajo es útil para curar picaduras o mordeduras de animales, especialmente insectos. También se puede utilizar como desinfectante para la mayoría de afecciones de la piel como hongos, heridas, llagas y quemaduras. El ajo usado externamente también puede servir para combatir la sarna, las verrugas o los callos.
Precauciones en el uso del ajo

El ajo es generalmente seguro pero algunas personas pueden padecer reacciones alérgicas con síntomas como irritación de la piel o problemas gastrointestinales. El ajo tiene propiedades anticoagulantes y debido a esto se debe suspender su uso previamente a cualquier intervención quirúrjica o extracción dental.
El ajo y el mal aliento

Debido a todas las propiedades beneficiosas del ajo, no se debería prescindir de él por evitar el mal aliento. La relación entre ajo y mal aliento es algo que podemos evitar o reducir siguiendo unos sencillos consejos:
Lavarse muy bien los dientes y la lengua es básico para evitar el mal aliento ocasionado por el ajo.
Otro consejo para evitar el aliento a ajo es tomar una limonada que lleve sólo limón y nada de azucar ni tampoco agua. El zumo de limón es bastante agrio y pero es muy efectivo para eliminar el olor a ajo.
Si después de tomar el zumo de limón todavía notas olor a ajo en tu aliento, puedes enjuagarte la boca con una cucharadita de bicarbonato de sodio
Si después de los consejos anteriores, contiúas con olor a ajo en el aliento, puedes probar masticando una ramita de perejil o comiendo algo dulce.
28 Marzo, 2009
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A

sábado, 17 de abril de 2010




Biomagnetismo:
Terapia con Imanes
por Hector Vargas


El Biomagnetismo es un método terapéutico que utiliza imanes comunes de mediana intensidad, para reestablecer el equilibrio bioenergético del organismo y así recuperar la salud. Colocando imanes en puntos específicos del cuerpo, se consigue corregir disfunciones energéticas y exterminar en breve tiempo, virus, bacterias, hongos y parásitos.

Según descubrimientos del Dr. Goiz, diversas combinaciones específicas de microorganismos llegan a producir la mayoría de las enfermedades del hombre, incluso algunas en las que no siempre se reconoce una etiología microbiana, como en la diabetes, el cáncer, la artritis, la fibromialgia, la esclerosis, el lupus, el Alzheimer y el glaucoma, entre otras. Con el biomagnetismo, un gran porcentaje de pacientes experimenta rápidas y notables mejorías que no ocurren comúnmente con otros tratamientos.

Este sistema trasciende con creces todo lo conocido previamente por la magnetoterapia, y se basa en el trabajo de muchos años de silenciosa investigación de parte del Dr. Isaac Goiz Durán de México.

Su revolucionario método involucra descubrimientos tan sobresalientes en beneficio de la salud humana, que la Oxford International University le otorgó en 1999 un grado de Doctor en bioenergética por su destacado trabajo en esta temática.

Las notables mejorías obtenidas a través de esta terapia con imanes, se debe principalmente a la destrucción de los virus, que como sabemos, son de muy difícil tratamiento para la medicina convencional, la cual tiene sólo éxitos relativos exterminando bacterias por medio de antibióticos, hongos con antimicóticos y parásitos con antiparasitarios.

Todo esto, que ciertamente para muchos es difícil de asimilar, involucra muchos años de paciente investigación del Dr. Goiz en el campo de las terapias energéticas, también encuadradas en lo que se conoce como medicina vibracional, y que pone de manifiesto la importancia que tienen para la salud, las múltiples vibraciones energéticas u ondas electromagnéticas que recorren el cuerpo humano.

Es en este ámbito que el Dr. Goiz realizó en 1988 el descubrimiento del fenomenal concepto denominado "par biomagnético".

¿Qué es el Par Biomagnético?

Podríamos graficarlo como la existencia en el cuerpo de puntos específicos que van hermanados y presentando polaridades magnéticas contrarias, positivo – negativo o si se prefiere, Norte y Sur, como en un imán común.

Al igual que en el caso de los puntos de acupuntura, la ubicación de estos pares biomagnéticos han sido ya definidos por el Dr. Goiz en un mapa del cuerpo. Con el transcurso del tiempo se fueron descubriendo nuevos pares hasta llegar hoy a una cifra cercana a los 220 pares.

Lo sorprendente del descubrimiento es que cuando estos pares se desequilibran, en el polo sur de ellos se concentran focos de determinados virus en un ambiente de pH ligeramente ácido, mientras que en el polo norte se ubican ciertas bacterias, pero en un medio de pH algo más alcalino que en el resto de los tejidos.

El Dr. Goiz logró determinar además, que entre ambos focos de virus y bacterias de un mismo par biomagnético, se establece una comunicación sincronizada a distancia, en forma de ondas electromagnéticas, en lo que se conoce como bioresonancia magnética, lo que permite la retroalimentación energética entre dichos microorganismos, los que se potencian en su virulencia y capacidad de resistencia frente a los anticuerpos del sistema inmunológico.

Los diversos gérmenes establecen en su respectivo par biomagnético una especie de base de operaciones, desde donde se reproducen y se coordina el accionar de toda la especie.

A través de un test de reacción muscular inteligente, es el propio cuerpo del paciente el que acusa dónde se encuentran los pares biomagnéticos desequilibrados. Sobre estos puntos, se colocan imanes de la misma polaridad, lo que produce una interrupción de la retroalimentación energética entre virus y bacterias, y simultáneamente se corrige la alteración del pH. Esto desequilibra la condición de vida de estos microorganismos, que pierden su sustento energético.

En el caso de los virus, se destruye su carga patógena de ADN, y en las bacterias, el cambio del pH obstaculiza su reproducción y se debilitan frente al sistema inmunológico. A lo anterior se añade un efecto de cortocircuito en la estructura electromagnética de estos microorganismos, que al ser eliminados permiten substanciales mejorías de los pacientes.

Si consideramos que además el Dr. Goiz descubrió que diversos virus están presentes en la gran mayoría de las enfermedades consideradas incurables, en algunas de las cuales aún no se reconoce oficialmente la presencia viral, podemos imaginar los alcances extraordinarios que este método tiene para la salud humana, dada la capacidad de eliminar el virus mediante el biomagnetismo.

A la fecha se han estudiado, diagnosticado y atendido con este procedimiento, durante doce años aproximadamente, a unos 150.000 pacientes, llegando a conclusiones muy importantes. El biomagnetismo médico, al ser un procedimiento de orden físico, natural y externo, no produce efectos colaterales indeseables.

Es bien sabido que los organismos superiores pueden ser portadores asintomáticos de microorganismos patógenos, aparentemente en las mucosas de los sistemas respiratorio y digestivo. En realidad lo hacen en los pares biomagnéticos y, por ello, el biomagnetismo médico es también un procedimiento preventivo de la salud, al detectar oportunamente la patología, aún antes de su manifestación clínica.

A un nivel general, es conveniente visualizar el estado de salud de los órganos como un equilibrio ideal entre sus cargas iónicas negativas y positivas. El cuerpo humano se mantiene en salud siempre que su pH se mantenga en un rango neutro (pH 7).

La enfermedad se produce cuando se establece una distorsión o desequilibrio entre las cargas positivas o negativas que puede abarcar órganos completos. El biomagnetismo puede corregir estas distorsiones empujando el exceso de cargas negativas con el polo negativo del imán, las cuales son neutralizadas por el exceso de cargas positivas empujadas por el polo positivo del magneto, hasta alcanzar el punto de equilibrio saludable para el cuerpo humano.

Por esta razón, el biomagnetismo puede también corregir disfunciones y alteraciones metabólicas en el organismo originadas por estos desequilibrios ácido-básicos. Sus proyecciones terapéuticas entonces abarcan una vasta gama de dolencias, sin embargo sus limitaciones radicarán en todas esas enfermedades en que se haya producido un daño estructural irreversible, y en que las posibilidades de regeneración estén disminuidas por la edad, por cirugías o por acumulación de efectos secundarios de medicamentos durante mucho tiempo.

¿Biomagnetismo o Magnetoterapia?

Es importante destacar que los descubrimientos del Dr. Goiz fueron mucho más allá de lo que anteriormente se conocía como "magnetoterapia", que ya había descrito ciertos efectos sedantes y antiinflamatorios del polo norte del imán, o bien, estimulantes y aceleradores del crecimiento de las células con el polo sur.

Esta comprobación había dado origen a la venta indiscriminada en algunos países de distintos accesorios como cinturones, fajas, colchonetas, cintillos, parches, etc., magnetizados o provistos de imanes para ser usados con distintos fines terapéuticos.

Se puede decir que este uso de los magnetos es como disparar a la bandada, sin tener claro a lo que se le esta apuntando, y en ciertos casos, el uso de imanes durante mucho tiempo puede llegar a ser contraproducente.

Es evidente que al proporcionarnos un mapa exacto de estos pares de puntos en el cuerpo, el Dr. Goiz no deja posibilidad de especulación con la posible ubicación del magneto. Además, los exámenes de laboratorio han corroborado la presencia de los microbios que él ha asociado con los distintos pares biomagnéticos. Este conocimiento y el eficiente método de sondeo permiten el insólito hecho de poder reconocer, en una primera sesión, enfermedades que sólo el paciente sabía que tenía por medio de exámenes previos.

Compatibilidad del Biomagnetismo con Otras Medicinas

Como la mayoría de las terapias alternativas o energéticas, el biomagnetismo es compatible con las demás medicinas complementarias y es especialmente recomendable combinar con terapias que mejoren el área emocional y que, por ende, ayuden a potenciar el sistema inmunológico.

En este sentido, pueden ayudar mucho las esencias florales, el reiki , la hipnoterapia, la terapia del campo del pensamiento (TFT, Thought Field Therapy), la programación neurolingüística (PNL), el diagnóstico energético integral (DEI) y la psicología convencional.

El biomagnetismo también puede combinarse con tratamientos alopáticos convencionales. Sin embargo, es recomendable que una vez que el paciente constate las mejoras en su condición, concurra a su médico tratante para que le disminuya adecuadamente las dosis de los medicamentos anteriormente prescritos.

Sólo en casos de quimioterapia es recomendable esperar a la finalización del tratamiento, seguir luego una dieta depurativa, y luego examinar al paciente para ver si está en condiciones de recibir su primera sesión de biomagnetismo.

Duración del Tratamiento Biomagnético

La frecuencia de las sesiones y la duración de un tratamiento biomagnético, dependerá de diversos factores como la gravedad de la dolencia y su grado de avance, su antigüedad, daños estructurales ya presentes, la edad del paciente, su carga tóxica total derivada de medicamentos, desechos metabólicos de sus microbios y alimentación contaminada, su estado emocional congruente con su estado inmunológico, su predisposición o resistencia subconsciente a sanarse, etc.

Todos estos factores determinan que ningún paciente reaccione igual ante determinados gérmenes patológicos, y se complica aún más el diagnóstico alopático cuando se combinan distintos tipos de ellos.

En términos generales, se ha verificado que lo óptimo es una secuencia inicial de tres sesiones de biomagnetismo, separadas por una semana aproximadamente; dependiendo de la evolución posterior, se podría requerir de un control al mes. Sin embargo, el enfermo ya comienza a notar cambios positivos en su salud desde la primera o segunda sesión. Para casos crónicos, puede requerirse un promedio de cuatro o cinco tratamientos, pero el número real en definitiva lo determinará la forma en que reaccione cada paciente.

Costos del Tratamiento con Biomagnetismo

El valor de cada sesión en general, es similar al de una de reiki, esencias florales, acupuntura u homeopatía. Sin embrago, el costo total que cada enfermedad le ocasione a un paciente bajará considerablemente si se toma en cuenta el ahorro que se puede establecer a mediano plazo en medicamentos y el número total de atenciones, especialmente en aquellas enfermedades consideradas como “incurables”, y que con el biomagnetismo comienzan a tener una real alternativa de tratamiento.

El biomagnetismo, en su forma visible, es entonces una eficiente terapia, que no presenta efectos secundarios y es de una asombrosa simpleza, pues no requiere ninguna infraestructura de costosos aparatos (sólo un set de pequeños imanes) y, sin embargo, involucra conceptos inéditos que abren las puertas a la medicina del futuro.